Trabajar en equipo

E. Furió

efurio@valitrenta.com

A la hora de trabajar en equipo, hay algunos elementos que conviene tener presentes.

  1. Trabajar con confianza implica necesariamente trabajar y construir la confianza: es un elemento indispensable para el trabajo en equipo. Crear un ambiente favorable que permitirá que unos y otros conozcan y reconozcan las habilidades de todos los miembros del equipo, es fundamental. El conocimiento y reconocimiento de las habilidades y competencias es muy importante para entender los papeles y las funciones de los miembros del equipo y así llegar saber cómo es posible ayudarse mutuamente.
  2. Establecer objetivos comunes. La eficacia de un equipo requiere que todos los miembros persiguen las mismas metas. Es importante comunicarlas, que sean comprensibles y tengan el mismo sentido para todos los miembros del equipo. La comunicación es crucial y hay que dedicarle el tiempo y los recursos necesarios, verificar que la información llega y es asimilada adecuadamente para la funcionalidad del grupo.
  3. Trabajar con espíritu de equipo requiere un sentido de pertenencia. Los seres humanos se mueven entre la individualidad y la pertenencia a un colectivo, necesitamos ser nosotros y ser alguien para los demás. Tener una identidad del equipo es un factor poderoso en su creación. Pero esta identidad no puede ser ajena al equipo y a sus miembros. Busca y define qué identifica a los miembros y al equipo, fija valores y haz que cada uno de los miembros sea consciente de su impacto en el equipo.
  4. La pertenencia pasa también por el compromiso en las decisiones;
    y, este hecho pide involucrar a los miembros en las decisiones, hacerlos participes. Liderazgo no es sinónimo de autocracia. Propicia la generación de ideas, abre la mente y motiva a los miembros a compartirlas. Los valores deberán hacer que las ideas sean positivas. Propicia la retroalimentación y así también favorecerás el cambio.
  5. Hacer críticas constructivas. No se critican a las personas, se criticas las propuestas por su contenido, no por quien las formula. Centrado en las ideas, arguméntalas o refútalas. El entendimiento se llave, el reconocimiento es clave. Propicia la rotación en las funciones para favorecer el reconocimiento. También será un paso por crear empatía. Focalizarte en las relaciones más que en las personas.
  6. Propicia la responsabilidad y el compromiso mutuo. El éxito o el fracaso del proyecto depende de muchos factores. Pero los miembros del equipo deben ser conscientes de la importancia de su contribución. Hay que evitar la consideración de que “eso no es mi problema, es responsabilidad de…” Problemas y soluciones son elementos compartidos. También lo es el éxito y el fracaso.
  7. La comunicación es fundamental. Canales, ritmos y contenidos deben ser los adecuados. Ni demasiado ni demasiado poco. Transparencia, evitar los rumores, propiciar retroalimentación, hablar y escuchar a los directamente implicados, escuchar, escuchar, escuchar.
  8. La diversidad es una fuerza si se sabe utilizar. La homogeneidad puede reducir algunos costes de transacción, es cierto. Pero el potencial innovador de la diversidad es mayor, permite encontrar una mayor variedad de soluciones factibles a un problema. De hecho, a veces permite reconocer la existencia misma de un problema. Gestionarla es clave y reconocer las diferencias en términos culturales, de competencias y de habilidades forma parte de la gestión del equipo.
  9. Celebrar colectivamente los éxitos. Reconocer y agradecer el trabajo
    hecho, felicitar individual y colectivamente a los miembros del equipo.
  10. Desarrollar el liderazgo: implicarse, dedicarse, formar parte del equipo, guiar, tomar decisiones, fortificar valores, ver más allá.

 

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