La curva de aprendizaje y el aprendizaje por la práctica

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La curva de aprendizaje

La curva de aprendizaje muestra el éxito resultante del aprendizaje a lo largo de un periodo de tiempo. Consiste en una representación gráfica, cuyo eje de abscisas es una representación del tiempo y, el eje de ordenadas, otra del éxito alcanzado en los diferentes momentos del tiempo. El punto de partida es la consideración de un aprendizaje a base de ensayos y errores, con múltiples repeticiones. Al inicio de realizar una nueva tarea, los errores son numerosos y, consiguientemente, los éxitos escasos; a medida que se identifican y corrigen los errores, se va aprendiendo en el desempeño de la tarea y se incrementan los éxitos en el desempeño de modo que la curva muestra una pendiente ascendente acentuada. Con el transcurso del tiempo, las posibilidades de mejora se van agotando y cada vez es más difícil introducir mejorar o, incluso, no se incorpora nuevo aprendizaje; una situación en la que gráficamente se muestra como una llanura. En esta fase de estabilización, solamente un cambio tecnológico profundo o una ruptura procedimental en la realización de la tarea podrían aumentar el número de éxitos y hacernos volver a una situación ascendente. Si en lugar de utilizar el número de éxitos, utilizamos la variación de los mismos, la representación gráfica nos mostraría una fase ascendente, con tasas de variación de los éxitos elevadas, y otra descendente, donde los nuevos éxitos son escasos y su tasa de variación prácticamente nula.

El aprendizaje por ejercitación y repetición

El transcurso del tiempo permite una mayor práctica y ésta implicaría mejoras en los resultados. Es un aprendizaje por ejercitación y repetición o basado en la práctica. Este aprender haciendo se refiere a la capacidad que se adquiere para mejorar la productividad y la calidad del desempeño a través de la práctica y la experiencia. Se mejoran las habilidades y destrezas profesionales a través de la continua repetición de gestos productivos y la realización de las mismas tareas.

Estas mejoras pueden surgir porque, gracias a la repetición, (i) se mejoran los gestos productivos o (ii) también porque la repetición nos permite introducir pequeñas modificaciones que vamos ensayando y finalmente seleccionamos cuál es la mejor. Pero también, (iii) las mejoras pueden surgir de cambios organizativos de las tareas necesarias para la ejecución del producto o servicio que son percibidos como oportunidades gracias a la repetición.

El aprendizaje a través de la práctica se constituye en un ejemplo de producción conjunta: producción de un producto y producción de conocimiento y oportunidades de mejora. Los procesos de mejora continua y de gestión de la calidad se basan en está consideración de la producción conjunta y el aprendizaje por la práctica. Para Arrow[1], el progreso técnico presenta un comportamiento endógeno fruto de los efectos que sobre él genera un mejor conocimiento de los hechos y el aprendizaje. La mejora del capital humano permite rendimientos crecientes[2] que manifiesta la curva azul ascendente de la anterior gráfica.

Aprendizaje y aprendices

Desde la perspectiva de la propia transmisión del conocimiento, el aprendizaje por la práctica está condicionado por una serie de rasgos del aprendiz: su propia experiencia, su interés y sus motivaciones. En estas circunstancias, el éxito del aprendizaje es el éxito en la aplicación de los contenidos y la obtención de determinados resultados cuantitativos o cualitativos. Durante el proceso de aprendizaje, pueden existir errores y equívocos que solamente deberían tomarse en cuenta para corregir y mejorar el desempeño de las acciones y tareas.

La curva de aprendizaje en las intervenciones quirúrgicas

Barrier, Mercelli y Villers[3] presentan un trabajo cuyo objetivo es establecer cuál es el número mínimo de intervenciones quirúrgicas que son necesarias para dominar una técnica de implante quirúrgico. Para ellos, la respuesta a esta pregunta conduce a establecer la curva de aprendizaje que estaría constituida por la realización de 20 intervenciones quirúrgicas por cirujano. Asimismo, consideran que parte de este número de intervenciones para alcanzar un aprendizaje por la práctica podría ser reducido gracias a formaciones complementarias. Los autores describen una curva de aprendizaje que surgiere un aumento de las complicaciones hasta la realización de veinte operaciones por cirujano, a partir de esta cifra se produce un descenso de la tasa de complicaciones. Una limitación importante de este estudio es que se focaliza en el cirujano y no toma en consideración la experiencia individual y/o colectiva de los restantes miembros de los equipos.

El aprendizaje implica la adquisición y modificación de habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores. ​El aprendizaje puede producirse sobre la base de la experiencia y la práctica, puede ser incremental. Sin embargo, existen otros procedimientos para ampliar el aprendizaje de individuos y organizaciones.

Referencias

[1]    K. J. Arrow, «The Economic Implications of Learning by Doing,» Rev. Econ. Stud., vol. XXIX, pp. 155–73, 1962.

[2]    R. E. Lucas, «On the mechanics of economic development,» J. Monet. Econ., vol. 22, no. 1, pp. 3–42, 1988.

[3]    A. Barrier, F. Marcelli, and A. Villers, «Courbe d’apprentissage d’implatation de prothèse pénienne,» Progrès en Urol., vol. 29, pp. 947–54, 2019.

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