En una entrada anterior, analizábamos la situación vivida por Argentina en la primera quincena de mayo de 2018 a raíz del vencimiento de los Lebac. Finalizábamos la misma aludiendo a los desequilibrios macroeconómicos de la economía argentina. Veamos ahora la naturaleza y magnitud de estos.
Recordemos, antes que nada, que los desequilibrios macroeconómicos pueden ser de orden interno y/o externos. En el primer caso, se trata de la inflación (o hiperinflación) y el déficit y la deuda pública. En el ámbito de las relaciones económicas internacionales, se trata del desequilibrio externo, con las consiguientes tensiones cambiarias y de flujos financieros internacionales. Seguidamente, comprobaremos que Argentina cuenta con esta triada de desequilibrios macroeconómicos.
Para muchos analistas y, también, para una parte de los empresarios que se reunieron con el gobierno en plena crisis cambiaria, el inadecuado enfoque en el contenido y/o en la temporalidad de las reformas estructurales propuestas por el gobierno es la clave de la situación actual. También, la herencia económica de las presidenciales anteriores ha contribuido a la gravedad de la coyuntura actual.
Es particularmente grave la situación en términos de desequilibrio en el sector público (Gráfico 2, Gráfico 3, Gráfico 4). El desequilibrio de las cuentas públicas y la búsqueda de una solución al mismo penaliza seriamente el poder adquisitivo de los ciudadanos, y con ello el consumo, el ahorro interno y la inversión. La evolución de los precios con tasas de inflación del orden del 25 % (Gráfico 1) también reduce el poder de compra, penaliza seriamente a la toma de decisiones económicas y merma la capacidad exportadora de la economía argentina. La agudización del déficit en la balanza por cuenta corriente (Gráfico 5) y la consiguiente presión contra el peso (Gráfico 6) no hacen más que agravar la situación y dificultar el manejo de la política económica.
Las medidas económicas más inmediatas apuntan a un encarecimiento de los tipos de interés propios de una política monetaria restrictiva, una política fiscal igualmente restrictiva basada en incrementos fiscales y reducciones de gasto público; y, la búsqueda de una financiación externa de la mano del acuerdo con el FMI.
La necesidad de afrontar simultáneamente tres desequilibrios macroeconómica plantea enormes dificultades técnicas en la definición de una política económica correcta. No obstante,a las dificultades técnicas, hay que añadir las características institucionales argentinas y la elección presidencial de 2019.
Como manejaran la situación las autoridades (internas y externas) y los agentes económicos, lo analizaremos en futuras entradas.
Gráfico 1. La inflación en Argentina
Fuente: Fondo Monetario Internacional, http://www.imf.org/external/datamapper/PCPIPCH@WEO/ADVEC/ARG (22/05/2018)
Gráfico 2 Déficit y déficit primario públicos de Argentina
Fuente: tomado de http://www.politicargentina.com/notas/201805/25609-.html (22/05/2018)
Gráfico 3 Deuda Pública en Argentina
Fuente: Fondo Monetario Internacional, http://www.imf.org/external/datamapper/PCPIPCH@WEO/ADVEC/ARG (22/05/2018)
Gráfico 4 Evolución de la deuda pública de Argentina
Fuente: tomado de http://www.politicargentina.com/notas/201805/25609-.html (22/05/2018)
Gráfico 5 Evolución de la cuenta corriente en Argentina
Fuente: Fondo Monetario Internacional, http://www.imf.org/external/datamapper/BCA_NGDPD@WEO/ADVEC/ARG (22/05/2018)
Gráfico 6 Evolución del tipo de cambio dólar-peso
Fuente: tomado de http://www.politicargentina.com/notas/201805/25609-.html (22/05/2018)